Grafito, cobre y algoritmos: los sistemas que mantienen fresco tu teléfono

septiembre 25, 2025

Los teléfonos inteligentes actuales concentran procesadores cada vez más potentes, cámaras avanzadas y cargas rápidas que generan altas temperaturas internas. Si no se controla, este calor puede provocar caídas en el rendimiento, reducir la vida útil de la batería y afectar la experiencia del usuario. Para evitarlo, los fabricantes incorporan sistemas térmicos sin ventilador que dispersan el calor de manera silenciosa y eficiente, manteniendo estable el desempeño del dispositivo.

Estos sistemas combinan materiales de alta conductividad y algoritmos de gestión que distribuyen la temperatura y previenen puntos calientes incluso durante un uso intensivo. Gracias a esta integración, los smartphones pueden sostener su rendimiento y proteger sus componentes críticos. Por ello, Jhair Olave, especialista de entrenamiento de vivo smartphone, explica los aspectos clave que hacen posible este tipo de enfriamiento pasivo en dispositivos móviles.

  1. Diseño pasivo:

En modelos como el vivo V50 Lite y el vivo Y39, la gestión térmica parte del propio ensamblaje y la selección de componentes: baterías de alta capacidad, marcos y refuerzos internos, y rutas térmicas planificadas que trasladan el calor desde los circuitos críticos hacia superficies más amplias. En equipos con baterías de gran tamaño y sistemas de carga rápida, la delgadez del chasis obliga a emplear láminas conductoras, pads térmicos y contactos metálicos estratégicos que equilibran la disipación con restricciones de espacio.

  1. Rutas térmicas

Cuando se necesita mover grandes cantidades de calor en espacios reducidos, las soluciones por cambio de fase y las tuberías capilares permiten transportar energía térmica de zonas calientes a zonas frías con alta eficiencia. El proceso se basa en la evaporación local del fluido en la zona de mayor temperatura y la condensación en áreas de menor temperatura; la capilaridad o los canales internos retornan el líquido a su punto inicial, creando un circuito cerrado de transferencia térmica muy eficaz en modelos compactos.

  1. Materiales de alta conductividad

Capas de grafito, placas de cobre y compuestos especiales se usan para conducir el calor con rapidez y repartirlo uniformemente. Estas capas son muy delgadas y flexibles, pero cumplen un papel clave al actuar como “placas disipadoras” que evitan que la temperatura se concentre en un solo punto.

  1. Hardware y software para control térmico

Además del diseño físico, sensores distribuidos dentro del teléfono miden la temperatura en tiempo real y envían esa información al sistema. Con esos datos, el software regula automáticamente la potencia del procesador, la velocidad de carga o el brillo de la pantalla para mantener todo en niveles seguros y garantizar un rendimiento estable.

Gracias a estos avances en sistemas de enfriamiento pasivo, vivo está demostrando que un smartphone puede mantener un alto rendimiento sin sacrificar la comodidad del usuario. Esta combinación de eficiencia térmica, diseño y tecnología permite disfrutar de aplicaciones exigentes, juegos o videollamadas prolongadas con total confianza.