Te contamos las claves para que los smartphones no se recalienten ni pierdan velocidad incluso con juegos y carga rápida
Los teléfonos inteligentes actuales concentran procesadores cada vez más potentes, cámaras avanzadas y cargas rápidas que generan altas temperaturas internas. Si no se controla, este calor puede provocar caídas en el rendimiento, reducir la vida útil de la batería y afectar la experiencia del usuario. Para evitarlo, los fabricantes incorporan sistemas térmicos sin ventilador que dispersan el calor de manera silenciosa y eficiente, manteniendo estable el desempeño del dispositivo.
Estos sistemas combinan materiales de alta conductividad y algoritmos de gestión que distribuyen la temperatura y previenen puntos calientes incluso durante un uso intensivo. Gracias a esta integración, los smartphones pueden sostener su rendimiento y proteger sus componentes críticos. Por ello, Jhair Olave, especialista de entrenamiento de vivo smartphone, explica los aspectos clave que hacen posible este tipo de enfriamiento pasivo en dispositivos móviles.
- Diseño pasivo:
En modelos como el vivo V50 Lite y el vivo Y39, la gestión térmica parte del propio ensamblaje y la selección de componentes: baterías de alta capacidad, marcos y refuerzos internos, y rutas térmicas planificadas que trasladan el calor desde los circuitos críticos hacia superficies más amplias. En equipos con baterías de gran tamaño y sistemas de carga rápida, la delgadez del chasis obliga a emplear láminas conductoras, pads térmicos y contactos metálicos estratégicos que equilibran la disipación con restricciones de espacio.
- Rutas térmicas
Cuando se necesita mover grandes cantidades de calor en espacios reducidos, las soluciones por cambio de fase y las tuberías capilares permiten transportar energía térmica de zonas calientes a zonas frías con alta eficiencia. El proceso se basa en la evaporación local del fluido en la zona de mayor temperatura y la condensación en áreas de menor temperatura; la capilaridad o los canales internos retornan el líquido a su punto inicial, creando un circuito cerrado de transferencia térmica muy eficaz en modelos compactos.
- Materiales de alta conductividad
Capas de grafito, placas de cobre y compuestos especiales se usan para conducir el calor con rapidez y repartirlo uniformemente. Estas capas son muy delgadas y flexibles, pero cumplen un papel clave al actuar como “placas disipadoras” que evitan que la temperatura se concentre en un solo punto.
- Hardware y software para control térmico
Además del diseño físico, sensores distribuidos dentro del teléfono miden la temperatura en tiempo real y envían esa información al sistema. Con esos datos, el software regula automáticamente la potencia del procesador, la velocidad de carga o el brillo de la pantalla para mantener todo en niveles seguros y garantizar un rendimiento estable.
Gracias a estos avances en sistemas de enfriamiento pasivo, vivo está demostrando que un smartphone puede mantener un alto rendimiento sin sacrificar la comodidad del usuario. Esta combinación de eficiencia térmica, diseño y tecnología permite disfrutar de aplicaciones exigentes, juegos o videollamadas prolongadas con total confianza.